Preparar y dirigir un debate


Tema

El debate es el enfoque que ayuda a los alumnos a construir su argumentación, reconsiderar su punto de vista, sus prácticas profesionales. Pero también podría ser una fuente de tensión, conflicto y juego de poder sin permitir el aprendizaje efectivo.
Hablando sobre un tema que causa cuestiones de los conocimientos éticos y científicos, que despierta emociones, se señalan problemas para el moderador del debate o de la discusión:
- tener una discusión sin ejercer el poder sobre el grupo o individuos, sin generar el juego de poder;
- tratar el tema concediendo rienda suelta a las charlas libres de los participantes.
Por lo tanto, desde el punto de vista de la conducta pedagógica, surgen varias preguntas. ¿Cómo proponer un esquema para ayudar a los participantes? ¿Cómo compaginar la ética del debate (discutiendo “democráticamente” con la sensación que cada uno está escuchado) con las técnicas de animación (imponiendo un método que respeta el contrato: duración, tiempo, dominio del discurso, dominio de espacio, etc.)? ¿Cómo mantener la posición dual del instructor y guía?
Algunos de nosotros nos sentimos cómodos con este “intermedio”, otros más indignados o no se sienten capaces de hacerlo. No obstante, hay varias herramientas que facilitan la discusión y debate asumiendo este reto, lo que a veces es poco común entre los expertos y los educadores. Ellos a menudo se sienten más tranquilos proporcionando sus propios conocimientos, mientras aquí será necesario ayudar a los participantes que contribuyen sus conocimientos para construir un “desconocido” y hacerlo juntos.

Objetivo

Para el formador: permitir el constructivo pensamiento crítico, atento y creativo
Para el alumnado:
- Debatir y discutir democráticamente los temas actuales complejos, controvertidos y sociales.
- Saber y entender la postura de cada uno.
- Implementar el pensamiento crítico.
- Mejorar las habilidades emocionales.
- Abrir la mente para nuevas posibilidades
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Método

Existen diferentes tipos de debates. Algunos dividen más el grupo, como la batalla de argumentos, y otros pretenden superar conflictos. Todo depende de los objetivos establecidos para uno mismo.
La batalla de argumentos (Anexo 3) o un debate provocador puede aplicarse al comienzo del proceso pedagógico. Permite al formador aclarar los principales argumentos de los participantes. El círculo de Samoa o discusión por motivos filosóficos (Anexo 4), al contrario, favorecería la producción de una respuesta nueva, matizada, no definitiva, que reconoce la complejidad, y desarrollaría las habilidades de escucha, reformulación y cuestionamiento. Esto estimularía la inteligencia colectiva para contestar las preguntas y facilitaría la transición de la opinión a la razón. El método CLIM (Anexo 2) también resulta ser una herramienta interesante para generar debate y apoyar la argumentación con diferentes recursos (películas, textos científicos). Es particularmente útil cuando el grupo de participantes es grande (más de 30 participantes). El grupo se divide en subgrupos. En cada subgrupo todos los participantes tienen sus funciones lo que permite el proceso del aprendizaje. Los textos y las películas se escogen prudentemente para estimular la argumentación y al mismo tiempo para mantener el principio de imparcialidad (que significa que los recursos cubren la mayor parte de las opiniones, la ética principal).
Aniphi (Anexo 7) es una plataforma que facilita el debate abierto y a distancia. Su mayor interés es permitir un intercambio anónimo de perspectivas y valores entre los participantes del grupo basándose en una situación problema (un dilema, una cuestión filosófica, un caso práctico…). Después de ofrecer a los participantes la posibilidad de compartir y profundizar sus argumentos, les suministramos algunos nuevos conocimientos ofrecidos por algunas películas acerca de las prácticas profesionales de los ganaderos y los científicos, ofreciendo sus comentarios sobre las prácticas que fueron propuestas para evaluar y estudiar.

¿Cómo concluir un debate?

Hay dos posiciones posibles. En la primera, se aceptan todos los argumentos, y el educador “institucionalizará” los conocimientos principales mostrando las principales controversias éticas y científicas (podéis ver el mapa de controversias). En la segunda, el formador no valorará igualmente cada argumento, definirá afirmaciones sobre las regulaciones éticas y científicas

Dificultades y recomendaciones

El educador tiene una función específica: tiene que tener la visión general sobre el tema, sobre la normativa relativa al bienestar animal, opiniones y controversias científicas, argumentos éticos y tiene que facilitar el intercambio entre los participantes.
Los participantes tienen que sentirse seguros contigo. Esto significa, puedes exponer tu propio punto de vista (por ejemplo si los participantes quieren saberlo) pero no tienes que imponerlo, desacreditar algunas opiniones o favorecer otras o guiar el debate en la dirección que quieres. La postura es muy importante: el formador tiene que tener muy baja influencia en las opiniones de los alumnos y sus juicios, pero ocupar una posición alta en el proceso de dirección. En otras palabras, tiene que mantener una postura asertiva en relación con las reglas. De esta manera los participantes no podrán decir nada en cuanto a otros participantes. Mientras es importante motivar para hablar al participante más tranquilo, algunos podrían intentar tomar liderazgo en el debate. Evitar los efectos de liderazgo no es fácil. Es posible modificar las reglas para adaptarlas a la situación. Si una persona habla demasiado puedes anunciar que darás prioridad a aquellos que hablan menos. Si personas interrumpen uno a otro es posible proponerles el turno de palabra.
Si, al contrario, los participantes no quieren hablar, podría ser mostrados algunos desencadenantes por ejemplo alguna película que presenta una dura polémica (como podría ser la película sobre la muerte de los animales).
La función del líder también es guiar la construcción de la argumentación. Pedirá algunas aclaraciones, un estudio más profundo. Esto podría llevar tiempo. El deseo de avanzar más rápido, sentirse atrapado en el tiempo, a menudo es perjudicial para el debate. A veces el líder está esperando por algunos resultados y puede presionar al grupo para desarrollar una mejor calidad de la argumentación. Desear demandar demasiado, es un riesgo bloquear el discurso. Sería de ayuda elaborar un programa paso-por-paso para el curso y definir los tiempos que podrían ayudar a todos a sentirse cómodos. El debate tiene que aclarar los conocimientos científicos, la ética y las emociones. No hay que dar preferencia al conocimiento científico.
Una pregunta difícil es aceptar o no todos los argumentos y puntos de vista. Pero, ¿en qué criterio basándose el formador va a decir que algo es aceptable o no? ¿Según la ley, la ciencia, la ética?
No hay respuesta clara. Realmente dependerá del marco dado por el formador al comienzo del debate. O cualquier opinión se acepta SI es argumentada, o si el debate estará enmarcado por unos límites: por ejemplo, ¿aceptamos las prácticas profesionales que están prohibidas? ¿Aceptamos finalmente los argumentos que científicamente son falsos?