Competencias del formador desde la perspectiva Anicare


Competencia se define como la movilización o activación de varios tipos de conocimiento en una situación y un contexto dado (Leboterf, 1995). Consideramos las competencias clave de un formador (formador o educador tiene que ser considerado en un sentido amplio: implica cualquier persona que tiene un planteamiento educativo formal o informal con los agricultores, por ejemplo, profesor, veterinario, ingeniero o agrónomo) implicadas en el bienestar animal. Las competencias en las cuales estamos interesados, están relacionadas con un planteamiento particular, propuesto dentro del marco de Anicare.

1. Adoptar el enfoque socio-constructivista para la formación en materia de bienestar animal basada en el contexto de las cuestiones actuales socialmente.

Consideramos que el formador contempla el bienestar animal como un tema socialmente vivo, es decir el objeto de las controversias científicas, éticas y políticas. Además, prefiere plantear su enseñanza dentro del paradigma educativo constructivista y socio-constructivista. Eso significa que el alumno tiene unas concepciones previas y el propósito de enseñanza es hacer posible su desarrollo. Esta evolución se basa preferiblemente en la confrontación y el intercambio entre iguales (compañeros) y con el formador.

2. Tomar una postura imparcial en cuanto al concepto de bienestar animal combinando las posturas de facilitador, mediador, acompañante y experto de manera adecuada.

El formador considera el bienestar animal como un concepto científico, además de ético y también como el objeto de la visión subjetiva. Por lo tanto, considera necesario tener un conocimiento global acerca de las controversias éticas y científicas en juego. El planteamiento pedagógico del educador es diseñado para permitir al alumno obtener una visión global acerca de un problema. Se implementa una pedagogía activa y agresiva que le lleva a tomar posturas de facilitador (para posibilitar diálogos constructivos), mediador (en caso de un conflicto), entrenador (para permitir a cada individuo desarrollar su pensamiento y su postura), experto (para institucionalizar el conocimiento adquirido).

3. Aclarar las concepciones de los alumnos y usarlas para construir un proceso pedagógico.

El formador elige unas herramientas apropiadas para la aclaración de las concepciones de los alumnos y desarrolla una estrategia de enseñanza en respuesta a las palancas y las dificultades deducidas de las concepciones presentes dentro del grupo de los alumnos.

4. Crear temas complejos (situación problema, dilema, cuestiones filosóficas, debate), adaptados a las situaciones del aprendizaje, los objetivos del formador y su público.
El formador desarrolla unas situaciones didácticas que impulsan el pensamiento crítico, creativo y atento del alumno.

5. Crear un proceso del aprendizaje abierto y a distancia combinando las fases individuales, grupal entre los compañeros y de conferencia.

El formador elabora una estrategia didáctica alternando los tiempos de estudios cara-a-cara (presencial) y a distancia (en particular aplicando la plataforma Aniphi), permitiendo los tiempos individual, grupal y plenario. Eso también significa que hace frente a los desafíos técnicos.

6. Elaborar y aplicar un proceso de evaluación adaptado al enfoque socio-constructivista.

El formador elabora un proceso de auto- y co-evaluación aclarando el desarrollo de las competencias de los alumnos.

7. El formador es muy consciente de sus propios valores y prejuicios respecto al tema y reconoce unas situaciones en las cuales sus propias emociones se activan e intentan interferir con el proceso de aprendizaje y emplea una auto-acción activa para gestionar estas aportaciones propias en el proceso para prevenir sesgos por parte del formador.